8.07.2011

MATIAS CABRERA



"Me sentí como adoptado por el club"

El volante tricolor fue de los jugadores con rendimiento más estable a lo largo de toda la temporada. Luego de una grave lesión, se recuperó, ganó la confianza del entrenador y fue figura del Nacional campeón.
Matías Cabrera: "Me sentí como adoptado por el club"

Cabrera vive por estas horas la felicidad y satisfacción que siempre brinda el deber cumplido. Llegó a Nacional desde Cerro de la mano de sus condiciones y con la venia de su tio, Eduardo Acevedo.

Por eso, debió contrarrestar el doble prejuicio de ser un futbolista foráneo además de la carga de que el entrenador en su momento es pariente. Evolucionó, cumplió con los cometidos tácticos que le encomendaron y hoy, a pesar de tener contrato por otro año con Nacional, tiene ofertas desde Europa para emigrar.

A continuación, se transcribe la entrevista que le realizaron en 13ª0, Gonzalo Delgado y Marcos Silva.

¿La primera sensación luego del campeonato?

Siento el aire más liviano. Es como una tranquilidad de lograr el objetivo, que hasta uno no lograrlo uno no se queda tranquilo. Y una vez que lo lográs te da como esa sensación que es espectacular. O sea, lograr un objetivo, algo que nos habíamos planteado te da una sensación enorme.

¿Cómo vivís el fútbol? ¿Con mucha presión, hay lugar para el disfrute?

La presión la sufren todos. Está en cada uno saber cómo canalizarla, cómo llevarla. Cada uno tiene su manera, pero trato de vivirlo bien, tranquilo, no entrar en la locura de los medios la prensa. Que al menos a mí no me deja descansar o concentrarme bien para cada objetivo, para cada partido.

¿Es muy bravo ganarse el cariño y la confianza de la hinchada de Nacional? Que, según dicen, estimula mucho a los jugadores del club y a los que llegan les pone un nivel de exigencia más alto.

Sí, puede ser. A mi, por un momento, el hecho de que Eduardo (Acevedo) fuera el técnico no se me hizo fácil. Pero después viví muchísimas cosas en Nacional y siempre sentí el apoyo de la gente, cada vez más, de menos a más. Y es verdad que a los jugadores del club los tratan de otra manera, pero yo por momentos me sentí así: me sentí como adoptado por el club.

Y cuando vino el técnico nuevo, para un jugador que ya está en el plantel, hay que ganarse el lugar de nuevo...

Sí, cada vez que hay un cambio de técnico el jugador sufre un stress importante porque no sabe qué es lo que va a pasar. No sabés que es lo que pretende el técnico: si te quedás, si no, si va a jugar de titular, qué oportunidades te va a dar... Y lo que pasó con el Oreja (Diego Rodríguez) fue algo muy fuerte que nos unió muchísimo. Era importantísimo lograr este campeonato para nosotros.

Además, Carrasco te obligó a agregar funciones.

Si, pasé a cumplir otra función, más de ida y vuelta. Marcar y también generar y no es fácil. Es difícil cuando cumplís esta función, en este sistema, de volante por afuera, porque tenés que marcar al 100x100 y cuando tenés la pelota también tenés que generar. Este rol fue muy importante y me hizo crecer mucho como futbolista, y me ha hecho más completo.

¿Qué es lo más difícil de Carrasco?

Es un técnico muy particular porque trabaja con muchas jugadas ofensivas ya predeterminadas, que a veces salen, a veces no. Pero tiene un sistema muy claro de juego y muy aplicado a jugadas concretas. Y exige mucho en ese sentido.

Y la presión de que te puede sacar en cualquier momento, si no cumplís con lo que te pidió.

Si, por eso, es un técnico muy particular. Pero nos hemos acostumbrado y cada técnico tiene su librito, como se dice. Y con el tiempo nos fuimos acostumbrando a lo que planteaba Juan.

¿El momento deportivamente más complicado?

Nunca había visto el ambiente, la sensación que había en la gente en el Parque Central el día del partido con Miramar. Me quedó marcado ese día porque fue increíble lo que se estaba viviendo. Por suerte, entró el Muñeco (Gallardo) y nos salvó a todos.

Ha caído muy bien entre ustedes Gallardo ¿no?

Es un tipo sensacional. Y tiene una carrera que todos admiramos. Es impresionante lo que fue en cada lugar que estuvo. Llego al grupo, lo fuimos conociendo como persona y así como lo es como jugador lo es como persona. Impresionante. Al menos yo traté siempre de hablar mucho con él y sacarle el mayor provecho de todas las vivencias de su carrera, mucho más allá de lo que pueda explicarme desde dentro de la cancha.

Además tiene esa capacidad de transmitirte como vive cada momento, como llevar adelante cada etapa.

¿Lo mejor de Nacional en la temporada?

Fue el grupo, pero lo digo sacándome el casete. Los que jugábamos como los que no, y los que estuvieron pocas veces citados estuvieron empujando para adelante. Y unidos. Creo que eso fue fundamental. Y todas las cosas que pasaron en el año fueron fortaleciéndonos.

Y un grupo muy maduro, con sueños, expectativas y ganas de salir adelante, de triunfar de llegar a más. Y eso fue la clave del grupo.

Fuente: http://www.espectador.com/1v4_contenido_deportes.php?id=214487&sts=1