Todos de pie. Saltando y empujando. Todos cantando, agitando remeras o buzos. Todos elevando los brazos al cielo, aplaudiendo. Todos alentando, clamando por el triunfo cuando el gol no se veía venir por ningún lado. Todos, los de la Colombes, los de la Olímpica, los de la América y los de la Amsterdam unidos más que nunca con los jugadores. Mostrándoles que su apoyo era vital para lograr definir el campeonato.
Y el cántico recorre cada uno de los huecos del cemento histórico. Irrumpe con una fuerza singular. Sale desde el alma de todos los hinchas y llega al corazón de los jugadores. "No tengan dudas, como esta hinchada... no habrá ninguna. Cantemos todos, pongamos huevo y todos juntos... ".
Se mueven de un lado al otro. Suenan los bombos. Las trompetas marcan el ritmo. La pelota no llega al área negriazul, pero los bolsos empujan más que nunca desde todos los costados. "Para salir campeón todos de nuevo, hay que poner un poco más de huevo. Vamos, bolso vamos".
Hay una locura sin igual. Nadie se aparta de ello. Saltan los abuelos y los nietos. Las chicas, las señoras, los que están nerviosos, los que derrochan fe. Cantan más fuerte. Sus voces llegan al cielo. "Vamos, vamos, tricolores, que tenemos que ganar. Vamos, vamos tricolores, la vuelta vamos a dar".
La fiesta está instalada, no importa que al "Cacique" no le salga la media vuelta, ni que a Recoba le hayan desviado un buen remate de gol, ni que Danubio esté en ventaja y con ilusión de copa. Los hinchas muestran con orgullo una pancarta que habían bajado al talud de la Colombes y la agitan. "Dios le da pan a quien no tiene dientes y 2x1 al que no tiene gente".
Cantan, revientan de pasión por la camiseta que aman desde niños y se lo demuestran a los futbolistas con una devoción singular.
Y llega la recompensa. La explosión es inmensa. Ensordecedora. Vienen más recuerdos para el rival de todas las horas. Suena el que "no salta es Peñarol". Aparece el típico, "se quedó con las ganas de salir campeón, pobrecito, pobrecito Peñarol".
Vuelve el hit "ya se viene nochebuena, ya se viene Navidad, para todas las gallinas el regalo de papá".
Euforia total. Desborde de locura y más cánticos. Todos cantan. Todos agitan banderas, camisetas y se abrazan sin parar para gritar por Nacional.
La fiesta en las tribunas fue espectacular.
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